jueves, 10 de junio de 2010

Licenciada en Estebanismo


Definitivamente aquello que me enseñaron, algo que iba sobre que ''con esfuerzo y estudio se alcanzaba el éxito y el reconocimiento'', está totalmente devaluado. En una sociedad, en la que una tal Belén Esteban-licenciada en nada, especializada en nada, reconocida en nada y sin talento en nada- se convierte en la persona más popular del Estado, más admirada y mejor pagada, está claro que lo que más valora no es precisamente la formación, la preparación y la profesionalidad.

Imaginemos las dos caras de una carta de una baraja muy especial. Imaginemos, que en cada cara aparece una mujer, de treinta y tantos años, las dos mirando al frente, buscando futuro. Una, con la expresión radiante y otra, con gesto de angustia. Observemos mejor. Echemos un vistazo a sus vidas. La primera, proviene de una familia baja media; terminó a duras penas el bachillerato; se hace novia de un torero; se queda preñada y vive de ello durante diez años. Ahora, es protagonista estrella del eco del corazón, interviene en contables programas de televisión, no sabe de nada y habla de todo, se hacen estudios de ella y, se dice que cobra como mínimo 30.000 euros al mes. Con este montante, que va acumulando, su jubilación está garantizada.

Vayamos a la otra, la de expresión angustiada. Terminó el bachillerato, estudió una carrera de cinco años gracias a una beca y a sus trabajos de camarera de todos los veranos. Después se fue a otro país, por ejemplo Londres, y estudió inglés mientras curraba en bares, supermercados, hoteles... Volvió a su país y comenzó a desarrollar su carrera profesional. En diez años consiguió que su sueldo inicial de 300 euros, llegase a los 1.500, un prestigio profesional y mucha experiencia laboral. Pero vaya, las circunstancias le han dejado en la calle. Su futuro pinta negro y su vejez bastante insegura. Hoy, mientras busca trabajo, ve todos los días a ‘la Esteban’ desgañitarse en ‘la Cadena amiga’.

En fin. La segunda mujer se siente muy estúpida y con la sensación de que ha perdido mucho el tiempo. Por eso creo, por ser prácticos y por el futuro de las nuevas generaciones, que los eruditos fabricadores de carreras de éxito tienen que ir pensando en elaborar una licenciatura denominada Estebanismo, porque está claro que esta Era puede convertirse en la de: cuanto más ignorante seas, escándalos acumules, más grites, más critiques y menos esfuerzos luzcas, mejor se te pagará y más reconocido estarás.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Bolero se ha ido

Bolero se ha ido y yo, de tan metida que estoy mis cachivaches, he tardado meses en darme cuenta.

Hoy, Madridsinamor siente una tristeza infantil. Así que va a comenzar el luto hasta que encuentre otra inspiración.

Hasta siempre Bolero. Una gran mujer… una gran escritora...Una gran PENSADORA



viernes, 12 de febrero de 2010

Dejé de escribir

Dejé de escribir. Dejé de escribir porque dejé de hacerlo para mí. Poco a poco, consciente o no... He ido apagando mis recipientes de reflexiones. Sentía que escribía para otros, sentía que tenía que cuidar lo que escribía, sentía que debía disimular lo que sentía. Sentía que debía escribir elocuentemente, con gracia, con ingenio, no para mí, no para expulsar.

Dejé de hacerlo porque me prohibí sentir para otros. Ha pasado tanto desde la última vez que creo que, como yo, muchos han olvidado mi blog. Estupendo. Olvídenlo y volveré a escribir para mí, como quiera, con errores, fallos, mostrando mi sensación, mi frustración, mi deseo o mi alegría. Pero, sin preocuparme de que tú lo lees, de que puedas percibir en qué mundo ando.

No voy a hablar de ese mundo. Son muchos. Se conectan con diminutas puertas, imperceptibles y voy entrando en ellas, las repito y entro sin enterarme a los nuevos mundos. Unos mejores que otros.

Hoy he hablado con una recién estrenada huérfana. Me habla con sorpresa. Está sorprendida de lo sola que se siente, de lo que duele. Habla con claridad sobre lo más profundo de su dolor porque habla con una veterana. Y sí, le entiendo y se lo digo. Te entiendo. Supongo que le entendemos todos los huérfanos, independientemente de cómo hayan sido los padres. Si no están, te sientes solo para siempre. Uno de los mundos.

Hoy una amiga me ha hablado de su futuro. Suena bien y me alegra. Le he mostrado mi alegría y mi entusiasmo por ella. Debo hacerlo, es mi amiga y debo alegrarme, pero su alegría a mí me ha metido en otro de mis mundos.

Hoy mis pensamientos han cerrado una historia sin fin. Han impuesto la resignación. La sensación es como cuando lees un libro y el final no tiene final. Te quedas parado, a la espera, buscando, cualquier final porque tiene que haberlo. Hoy mis pensamientos me han dicho que, a veces, los finales son como éste. Tercer mundo.

Hoy he repasado capítulos y me he mirado. Me gusta escribir y me gusta escribir aquí. Pero hoy, sólo escribo para mí. No quieras entenderme, ni te busques, porque aquí sólo estoy yo. No quiero que pienses si estoy triste o alegre, si estoy fuerte o débil. No importa cómo esté, lo que importa es que escribo y que lo hago para mí, así que por favor, no te preguntes nada. Sería más fácil si escribiese sobre algo: Música, cómics, libros, política, chorradas de hombres y mujeres. Me escondería entre ellos. Pero yo no soy así. Yo escribo sobre mí, sobre lo que percibo o me rodea y me gusta hacerlo así y me sienta bien, así que déjame no esconderme.

Hoy es un día de mundos. Estoy entre ellos. Algunos los conozco muy bien; otros, todavía no sé ni si existen. Unos, los adoro y siempre deseo estar en ellos. Otros, llegan hasta asustarme. Pero, aunque sean mis mundos, tienen su propia ley y en ella impera eliminarme la memoria intencionadamente para que no recuerde ningún camino a ningún mundo. Y así ando, de puerta en puerta, saludando mundos, sin saber en cuáles me meto hasta que estoy dentro.

Les pongo nombre. No sé llegar a ellos, pero les pongo nombre. Hoy estoy en la burbuja, uno de mis preferidos. Y al final, sí he hablado de mis mundos, pero para mí, sólo para mí.